martes, 25 de octubre de 2011

Catenaccio: la vieja ley a la italiana por @Ideas_Cuadradas



Tácticas del Fútbol

Catenaccio: la vieja ley a la italiana.


El día de hoy todo el mundo quiere jugar como el Barcelona, y se olvidan que en el fútbol, hay otras formas igual de “válidas” para alcanzar la victoria. Dibujos tácticos, esquemas y tácticas que dan y restan importancias a ciertas facetas del juego en determinados momentos, pero que en últimas siguen siendo igual de relevantes para el deporte. Y una de ellas es la defensa.

Defender bien y jugar de manera ordenada no es sinónimo de anti fútbol como se nos hace creer hoy en día. En el fútbol, todo es legítimo para conseguir la victoria, más cuando los resultados dictaminan el éxito de un equipo o no. Recibir pocos goles no es una “culpa”, es más bien “un mérito”.

El catenaccio, que en italiano significa “cerrojo”, es considerado hoy en día como la antagonismo del fútbol moderno: ágil, vistoso y espectacular al que nos tienen acostumbrados la selección española y especialmente, el Barcelona con su “tiki taka”.

Mucho se dice acerca de quien fue, en verdad, el inventor de este estilo ultra defensivo. Pero en realidad, ha sido aporte de varios. Primero, se habló del técnico austriaco Karl Rappan en 1932, con el equipo Servette de Suiza, donde retrasó dos centrocampistas de la formación clásica por entonces 3-2-5, situándolos en la posición de líbero (retrasado a la última línea defensiva) y otro de marcador (delante de la línea defensiva).

El técnico italiano, Nereo Rocco, fue el encargado de italianizar  este estilo durante la década de los cuarenta y cincuenta, utilizándolo en diversos equipos de la bota itálica, entre los que destaca el Milán, en el cual retomo la idea del “líbero” de Rappan, y además implemento al fútbol mundial la “marca al hombre”.


Sin embargo, fue el ex director técnico argentino del Inter de Milán, Emilo Herrera en la década de los cincuenta y sesenta, quien lo popularizó de manera útil en situaciones donde un equipo debía encontrar métodos, para hacer frente a equipos con mayor potencial y poderío, donde el éxito de un sistema ultra defensivo se basaba, y se basa, en los marcajes fuertes hombre a hombre, faltas tácticas o intencionadas y el trabajo sucio.

Este sistema ha dado grandes alegrías al fútbol italiano a nivel local, continental y mundial entre Eurocopas, Mundiales y torneos internacionales a nivel de clubes. Está ha sido la base para grandes entrenadores de la vieja escuela italiana, como Fabio Capello, Giovanni Trapattoni, Carlo Ancelloti, Marcelo Lippi, entre otros, que han crecido con la consigna de que “los grandes equipos se hacen de atrás hacia adelante”.

Y como hacía referencia J.M Roman en sus escritos “Historias del Calcio y de otros mundos” que mediante el catenaccio se refleja como “el italiano tiene un sentido innato para detectar la rendija o el punto frágil en cualquier sistema que se le ponga enfrente. Espera su ocasión y la aprovecha. La esencia del calcio es, probablemente, ese talento”.

No por nada, aún el día de hoy la Serie A es denominada como el torneo más difícil del mundo, y como ya Pep Guardiola decía tras el empate 2-2 entre el Barcelona y el Milan por la Champios League el pasado 13 de septiembre del año en curso, “lo he dicho muchas veces y todo lo que diga tras el partido puede sonar excusa. Los italianos tienen una gran virtud de que si tienen que poner nueve jugadores con experiencia detrás lo hacen, nosotros no sabemos hacerlo” sentenció el que para muchos es el mejor entrenador del mundo.

Juan Camilo Cuadrado Camargo
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