El
Ángel que le da alas al Madrid
La visita a Gijón suponía, a priori,
un escollo complicado para el Real Madrid, pues su rival de turno, el Sporting,
en las dos últimas temporadas, había conseguido estropear el camino merengue
hacia un eventual título de liga, además, si bien es cierto que los dirigidos
por José Mourinho ganaron allí la temporada pasada, no lo dejaron de hacer sin
sufrimiento ante la presión de un equipo local, el cual siempre se ha
caracterizado por su empeño a la hora de jugar, aupado a su vez por una afición
ruidosa que jamás deja de animar a los suyos, al mismo tiempo creando un
ambiente hostil hacia el rival de turno. Menester es para esos casos un ángel
que de alas, luz, tanto al equipo que pretendía consolidar su liderato y para
el escritor de la presente nota, con el fin de hacer lo posible para que la
siguiente reseña sea un poco más interesante comparándola con este soso inicio.
En fin, sin contar de entrada con Xabi
Alonso, suspendido por acumulación de amonestaciones, el Madrid comenzaba el
partido haciendo constante posesión del balón, con el fin de buscar la forma de
romper una defensa que se plantaba bien, incomodando la creación de juego
rival, que sin la presencia del donostiarra no era del todo tan clara en el
exordio.
Aún así conforme pasaban los minutos,
el fútbol merengue era más elaborado y comenzaba a ser una constante además de
cercana amenaza para el meta Juan Pablo. Controlando los tiempos de juego y con
un trabajo defensivo notable marcado por la rápida recuperación del esférico,
el Madrid se las arreglaba para generar peligro descollando en esta fase
Marcelo, Cristiano Ronaldo y Ángel Di María, siendo el argentino con su cambio
de ritmo y astucia fundamental para que el ataque blanco de a poco fuera dando
sus réditos.
Fue así como un fuerte disparo del
“fideo” era la primera opción clara de gol madridista, antes de que el mismo Di
María fuera el encargado de poner a su equipo en ventaja al minuto 34. Fue una
jugada en la que sobresalió la picardía. El balón lo poseía en defensa Damián
Suárez. Tranquilidad momentánea. Aparece un Ángel, maldito este para los
locales, bendito para los visitantes. Fue allí cuando Di María se internó en el
área, casi sin ángulo para rematar, por lo que el centro se convertía en la más
lógica salida. Dos detalles: el fútbol no posee lógica, y en ocasiones como
esta el engaño es digno de aplaudir. El centrocampista engañó a Juan Pablo.
Éste dio ventaja al primer palo buscando recortar el posible centro, el agujero
fue aprovechado al máximo. No hubo centro, si remate. Hubo gol. El triunfo
merengue empezaba de tal forma a labrarse.
No obstante, aunque el Madrid
dominaba, el Sporting no dejaba de ser una seria amenaza para los blancos. El
incisivo David Barral no desistía en su odisea individual de enfrentarse casi
siempre solo a 4 o incluso más jugadores merengues en disposición defensiva,
también, hubo unas cuantas desconcentraciones en la zaga visitante que los
locales no supieron capitalizar, ante todo en las jugadas a balón parado y de
centro al área. Arnolin Gregory y el mismo Barral estuvieron cerca de conseguir
la paridad, en el marco de un partido cuya dinámica al final del primer tiempo
e inicio del segundo era algo similar a lo anteriormente reseñado.
Tal dinámica tuvo un quiebre, lo que
los cineastas llamarían punto de giro, cuando Cristiano Ronaldo marcó el
segundo tanto del partido a favor del Madrid. De nuevo era protagonista un Di
María lúcido al momento de hallar la forma de romper con un servicio la densa
defensa asturiana, cuya ausencia dejó al luso mano a mano con Juan Pablo. En
estas situaciones Ronaldo suele ser letal, al menos, en esta ocasión lo fue.
Ya con el 0-2 al minuto 65 el
andamiaje merengue estaba más destinado a un triunfo que pudo haber sido
discutido si el juez central acertaba a señalar un posible penal a favor de los
locales sobre Gastón Sangoy cuando recién había entrado el atacante argentino.
Después de esa aproximación el Sporting se fue apagando de a poco, siendo esto
avivado por la expulsión del volante Sebastián Eguren, al acumular el charrúa
dos amonestaciones a lo largo del compromiso.
En los últimos minutos, con un rival
sin el mismo ímpetu del comienzo, los visitantes comenzaron a crear varias
ocasiones de gol en las cuales fueron protagonistas Cristiano Ronaldo, Kaká y
Karim Benzema, aunque al final sería Marcelo quien anotaría el tercer tanto
madridista en el encuentro, consolidando así un merecido triunfo el cual
permite al Real Madrid asegurar su liderato y ventaja sobre el FC Barcelona,
próximo rival de los merengues en un partido a disputarse el sábado 10 de
diciembre a las 22:00 hora local.
@JFMM1992
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