Nacional debe reinventarse.
Hablar de Nacional hoy, es hablar de tristeza,
decepción y rabia. El semestre pasado cuando nadie esperaba nada del equipo,
crecieron al final y fueron campeones cuando se proyectaba que estarían
peleando para este torneo el título. Hoy, vemos la tabla y quedaron en el
puesto doce, quizás con el mejor plantel del futbol colombiano.
Hoy muchos buscan culpables, y el principal candidato
a ser el culpable del semestre son los miembros de la DIMAYOR, por no haberle
otorgado los puntos del partido que jugó el equipo en Armenia. Pero de verdad, ¿era
necesario llegar a este punto? Nacional tuvo la oportunidad en la cancha para
haber clasificado entre los ocho, pero una serie de malos partidos, de
actuaciones pobres de ganas y de futbol, llevaron al equipo a la situación en
la que terminó el semestre.
Hablar de los sucedido en la demanda, en la cual se
accede a las pretensiones de la demanda parcialmente quitándole los puntos al Quindío
y no otorgándoselos a Nacional, es un tema del cual podría salir un tratado,
pero desde mi punto de vista, fue una decisión acomododada por velar por los
intereses de terceros, que se habrían opuesto a la decisión. Después de que
Nacional, como institución, gastó en transporte, estadía, promoción del
partido, y los hinchas en entradas, pasajes, alimentación, hoy les dicen que el
partido no se tiene en cuenta y que ambos equipos que lo jugaron, como hecho
inédito, pierden los puntos, porque la norma no dice expresamente que la causal
de retirarle los puntos al equipo del cual su técnico infringió una norma, se
le dan al equipo rival, pero bueno, estamos en Colombia y aquí el futbol tiene
normas especiales para nuestro deporte rey.
A pesar, de lo arbitrario y ridículo de la decisión,
Nacional debe pasar la página y darse cuenta que la clasificación no la perdió
en el escritorio, la perdió en todos los partidos que no logró ganar en casa,
en el bajo nivel de sus jugadores, en la falta de actitud muchas veces, y falló
la dirigencia porque los jugadores que trajo no rindieron como se esperaba.
Tienen tiempo suficiente para armar un equipo
competitivo para afrontar los dos torneos el próximo año, y la obsesión para
muchos hinchas verdolagas, la Copa Libertadores. Se necesita buscar jugadores
que lleguen comprometidos con el proyecto y que sepan que jugar en Nacional es
un privilegio que impone responsabilidades, que la hinchada exige porque está
acostumbrada a ganar, y no a fracasos como los de este semestre.
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