LA ALBIRROJA, MAS QUE UN
SENTIMIENTO
La selección que
representa a la Asociación del Futbol Paraguayo (APF), atraviesa actualmente un
periodo histórico. Luego de haber clasificado casi, holgadamente a cuatro
mundiales consecutivos (Francia 98, Corea - Japón 2002, Alemania 2006 y
Sudáfrica 2010) de la mano de una gloriosa generación, que comenzó a ganarse la
consideración del Futbol Sudamericano tras el Preolímpico organizado y ganado
por la albirroja en el año 1992, se encuentra actualmente enfrascada en la
lucha por su quinta clasificación sucesiva en el marco de una renovación
generacional, no solo de jugadores, sino también de Técnicos y Directivos.
La apuesta de la
APF tras la marcha del “Tata” Martino, comandada por Juan Ángel Napout, tras
los cuatro procesos anteriores liderados por extranjeros, ha sido por un DT paraguayo
y joven. Francisco Arce, más conocido como “Chiqui”, ha sido el elegido en
forma casi unánime tanto por directivos, periodistas y la afición en general.
Chiqui, quien realizara sus primeras armas como Director Técnico en el modesto
Rubio Ñú, logro el ascenso del club luego de años de militancia en la Segunda
División, de la mano de un gerenciamiento deportivo y económico con los también
muy conocidos Carlos “Colorado” Gamarra y Rubén Martín Ruiz Díaz, ambos ex
jugadores de la Albirroja.
Luego de 2 años y
medio en la primera división del Futbol Paraguayo, el Rubio Ñú, supo ganarse el
espacio entre grandes y tradicionales clubes de la liga paraguaya, a fuerza de
un futbol práctico y ordenado, y la promoción constante de nuevos valores desde
las divisiones formativas, e inclusive promocionando valores de otros clubes
sin cabida en sus planteles.
Es esta filosofía
de futbol ordenado y práctico, la que el Chiqui desea implantar actualmente en
la Albirroja. Lo ha intentado en los amistosos contra Honduras y Panamá, donde
obtuvo sendos triunfos con muy buen juego asociado, algo que se le reclamó
bastante al Tata Martino, especialmente luego de la Copa América 2011, disputada
en la Argentina, donde la Albirroja llegó a la Final del torneo sin ganar un
solo juego, y jugando bien solamente el partido contra Brasil de la fase de
grupos.
Sin embargo, tras
el primer partido y derrota en Lima con Perú, han aparecido las primeras
críticas al DT, sobre todo del sector más conservador de la prensa y de la
afición, acostumbrada a obtener resultados positivos, aun a renuncia del buen
juego. En Asunción, en la segunda fecha, parecía repetirse la historia, el
rival, nada menos que el campeón de la Copa América, la selección de Uruguay,
llegaba como un terrible adversario, más aún después de derrotar a la albirroja
en forma categórica en el último enfrentamiento. La selección guaraní buscó de
muchas formas vencer el arco charrúa, pero fue el siempre oportuno Diego
“Cachabacha” Forlán, el que marco un gol inesperado. Empujado por su público,
que convierte en una caldera el mítico “Defensores del Chaco”, obtuvo un empate
in extremis gracias a un gol del
debutante Richart Ortíz, que había jugado de improvisado lateral izquierdo tras
la lesión de Elvis Marecos en Lima.
Ese gol salvó al
Chiqui de más críticas y más dudas. Ese gol le ha dado un balón de oxigeno más
que necesario al DT con miras a los próximos partidos. Los próximos rivales,
Ecuador de local, y Chile, de visitante, son selecciones muy bien armadas y con
valores que juegan en las mejores ligas del mundo.
La apuesta del
Chiqui, sigue siendo el buen futbol, pero a fuer de sinceros, se ha dado cuenta
que debe utilizar las armas con las que la Albirroja ha obtenido siempre buenos
resultados, fútbol más vertical, con delanteros grandes y goleadores. Muestra
de ello son los llamados de Oscar “Tacuara” Cardozo (Benfica, POR) y Lucas “La
Pantera” Barrios (Borusia Dormunt. ALE), dos de las fijas en anteriores
convocatorias de la era Martino. Una nueva lesión del Rey de la lesiones, Roque
Santa Cruz (Betis, ESP), lo ha marginado de los próximos juegos.
La renovación Albirroja
ha comenzado desde el arco, el eterno suplente de Justo Villar (Estudiantes de
la Plata, ARG), Diego Barreto (Cerro Porteño, PAR), ha llegado casi sin querer
a la titularidad del arco Albirrojo. Villar, quien tras la Copa América no ha
podido desempeñarse con éxito en su Club tras varias lesiones, deberá ser
sometido a una cirugía de la columna que lo alejará de las canchas unos 6
meses. A Barreto, hay que sumarle a Antony Silva (Deportes Tolima, COL), una
apuesta del Chiqui, que ya lo supo tener en Rubio Ñú.
La defensa es sin
duda, la que menos cambios ha sufrido. Los centrales titulares, el capitán
Paulo Da Silva (Zaragoza, ESP) y Dario Verón (Pumas UNAM, MEX), han sido de los
más regulares a lo largo de las anteriores eliminatorias y la pasada Copa. A
ellos hay que sumarle el siempre eficiente Antolín Alcaraz (Wigan, ING).
Por la banda
derecha, sigue el interminable Carlos Bonet (Libertad, PAR) y aparece con
fuerza, el lateral Iván Piris (Sao Paulo, BRA), y por la izquierda, tras la
marcha de Claudio Morel Rodríguez (Deportivo La Coruña, ESP), Elvis Marecos
(Guaraní, PAR) y Miguel Samudio (Libertad, PAR) son los que han tomado la
posta, pero donde parecería que Richard Ortiz, mediocampista del Olimpia de
Paraguay, podría adueñarse del puesto, según palabras del propio Chiqui.
En el medio, a los
tradicionales Cristian Riveros (Kayserispor, TUR), Edgar Barreto (Palermo, ITA)
y Víctor Cáceres (Libertad, PAR) se han sumado los nuevos Wilson Pittoni
(Figueirense, BRA) Hernán Pérez (Villareal, ESP), Marcelo Estigarribia
(Juventus, ITA) y Fidencio Oviedo (Independiente, PAR), y donde podría darse el
retorno del excelente enganche, Julio Dos Santos (Cerro Porteño, PAR).
En la delantera, aparte
de Cardozo y Barrios y el inefable Haedo Valdez (Rubin Kazan, RUS), vienen
apareciendo con fuerza los jóvenes Robín Ramírez (Libertad, PAR), Luis
Caballero y el goleador Pablo Zeballos (Olimpia, PAR).
Los próximos
compromisos de la selección guaraní, serán sin dudas pruebas clave que marcarán
el rumbo del proceso comenzado con Arce y su equipo, quien no solo apuesta a
renovar la selección mayor, si no que se ha metido de lleno en las selecciones
juveniles, incorporando a gente de su entera confianza, para comenzar desde las
formativas su propia revolución futbolística. Esperemos que sea con éxito.
Roberto López Irala
Sígueme en Twitter: @iralopez2007
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