Editorial PaseAlVacio

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Queremos aclarar que no apoyamos la forma en la cual Nacional puede llegar a las semifinales del futbol de Colombia. Creemos, y estamos convencidos que en el futbol hay que ganar los puntos en el terreno de juego, pero hay normas que están establecidas y hay que respetarlas.

Leyendo la Resolución  047  del  23  de noviembre de 2011, encontramos lamentable la argumentación de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor, al señalar que el señor Fernando Castro no intervino durante el trámite del partido al dirigir desde la tribuna, porque la intervención solo podía configurar si hubiera entrado en el terreno de juego o si hubiera sido inscrito en la planilla.

El artículo 91 del Código Disciplinario Único de la Dimayor establece que  “Al miembro del cuerpo técnico y delegado, que estando suspendido intervenga de cualquier manera durante un partido, se le sancionará con el doble de la pena que antes le haya sido impuesta, y para su club conllevará sanción de pérdida de los puntos en disputa” (Negrilla fuera de texto).  Las palabras que marcamos en negrilla identifican lo sucedido en el partido disputado en el Centenario de Armenia. Castro habló directamente con sus asistentes y jugadores, hecho que no podemos desconocer, y a nuestra consideración y entender es intervenir de cualquier manera.

De confirmarse esta resolución, se sentaría un precedente ridículo y ambiguo de lo que se establece en los Códigos. Estamos de acuerdo en que el Quindío tiene los méritos necesario para clasificar y que perder en el escritorio los puntos ganados en la cancha, no es justo, pero  la interpretación de la norma por parte de la Comisión Arbitral es injusta con una norma impuesta por ellos mismos.

La Dimayor tiene tiempo de rectificar porque en la demanda se solicitó recurso de reposición y en subsidio de apelación. A pesar del momento definitivo del campeonato, deben mostrar personalidad y no decidir por presiones externas. De sentar este precedente, se demostrará que en el futbol colombiano cada quien maneja las reglas como les parece. A tener cuidado, y les recordamos que este análisis lo hace un abogado, que no está interesado en perjudicar a nadie, y que interpreta y concluye que la Dimayor está equivocada en la decisión.