jueves, 17 de noviembre de 2011

Colombia y su manera de hacernos sufrir por @jmvegallinas


Colombia y su manera de hacernos sufrir

Barranquilla le quedó grande a Leonel y a los jugadores de la Selección Colombia. La ciudad del Caribe colombiano respondió a estos dos juegos eliminatorios. La “Casa del tiburón” se convirtió en un horno, y al parecer, Colombia se “quemó”. Si bien contra Venezuela llovió mucho, contra Argentina el clima fue perfecto, hasta Messi admitió quedarse sin piernas en suelo currambero, pero Leonel y compañía no supieron aprovechar las dos situaciones.

Al anterior técnico se le criticaba su estilo muy defensivo, y aunque no conseguía jugar bien, lograba ser un equipo bastante ordenado tácticamente y concentrado durante los 90 minutos, pero actualmente, el equipo colombiano carece de esa concentración para ganar y aguantar los partidos, y por el contrario, parece un novato que no está a las alturas de un equipo internacional.

Desde un comienzo el técnico antioqueño dio de qué hablar al no convocar a Giovanni Moreno y darle todo el peso a un joven experimentado con pinta de crack como lo es James Rodríguez, para estos dos juegos de local. Así mismo, todo se le complicó al lesionarse Falcao y Carlos Sanchez en vísperas del juego contra Venezuela; por tal razón, Leonel convoca a Gustavo Bolivar, del Tolima, y a Adrian Ramos del Hertha de Berlin alemán. Y aquí también hubo polémica.

Gustavo Bolivar llegó después y fue titular contra Venezuela, casi sin practicar con la Selección, con el argumento de que el jugador era del proceso. Pero entonces, ¿para qué convocó a Diego Arias? ¿Por qué no convocó de entrada al mismo Bolivar? Sin embargo, el del Tolima jugó los dos partidos. Lo mismo ocurrió con Ramos, que llegó a última hora y fue titular contra Argentina, siendo de los jugadores más opacos. Era mucho mejor convocar a Carlos Bacca, goleador del Junior de Barranquilla, quien ya conoce la cancha y que se entiende a la perfección con Teofilo Gutierrez; recordemos que ambos fueron goleadores con el Barranquilla FC de la Primera B de Colombia, y del Junior de la misma ciudad.

Al parecer, Leonel Álvarez fue presa fácil del nerviosismo y de la presión que generaron el público y la prensa. El periodismo, sobre todo de la capital, pedía a gritos a Jackson Martinez por Teo Gutierrez, mientras que el público pedía al jugador de la casa, al del barrio La Chinita y goleador de Racing de Argentina. Y Leonel complació a ambos sectores contra Venezuela al ponerlos juntos, pero la prensa no le perdonó a Teo una opción clara que desperdició y Leonel lo sentenció al banco al juego siguiente. Pero, por qué no poner a Teo si él más que nadie sabe cómo moverse a lo largo del Metro, y además es “temido” por la prensa argentina por ser un jugador sudamericano con estilo europeo. Es cierto que Teo desperdició una opción clara de gol ante Venezuela y que lleva varios partidos sin hacer gol, pero por lo menos en Racing también lleva partidos sin gol y aún no lo sacan de la titular, porque es un jugador diferente, que aporta futbol. Lo que no vio la prensa capitalina contra Venezuela es que Jackson se pasó de individual, las opciones que tuvo, fácilmente pudo darla a un compañero mejor posicionado, pero no, ellos no vieron eso.

Contra Argentina, al parecer, Colombia esperó en el primer tiempo que se desgastaran, pero Leonel no se dio cuenta que los albicelestes sabían manejar el balón: Messi estaba bien referenciado, por lo que la idea de aguantar el calor era jugando corto y de primera. Colombia jugaba al pelotazo, alguna fantasía de James, que no se dio, y una que otra corrida de los laterales. Para la segunda parte, Sabella entendió el partido y envió al campo al Kun Agüero y retraso a Messi, y desde ahí: Adios Colombia.

Leonel nunca entendió el juego, el público pedía incesantemente a Teofilo, y con el correr de los minutos gritaban “cambio”, porque veían al equipo cansado. Y así fue, el equipo se cansó y Leonel tardó mucho en hacer los cambios. Y eso sin contar que nunca referenciaron a Messi, el jugador argentino siempre recibía sólo el balón, y lo llevaba hasta encontrarse con un tobillo colombiano.

Si quieres cansar con el calor al rival, lo que tienes que hacer es meter a jugadores rápidos y habilidosos que, conociendo a la diezmada defensa argentina, iban hacer un festival por las bandas y el equipo argentino se iba a partir. Fue un error gravísimo no convocar a otro volante creativo que acompañara o refrescara a James, que se cansó muy rápido para el segundo tiempo. Se notó la ausencia de Giovanni Moreno, que con un James cansado, seguro le iba a dar otro aire a Colombia.

Es un error pensar que la “culpa” de esta “catástrofe” es Barranquilla, pues la ciudad respondió de la mejor manera. Los jugadores y el técnico no estaban preparados para jugar en La Arenosa. No hay catástrofe y mucho menos hay que cambiar de sede. Quedan siete meses para trabajar y corregir todo lo anterior. Colombia tiene jugadores de nivel para recuperar todo lo perdido y volver a soñar con esta de nuevo en un Mundial.

Pasado el tiempo de las eliminatorias, llegó el tiempo de reflexionar. Es el momento de construir sobre lo realizado y no de llorar sobre lo mojado. Es cierto, Colombia de seis puntos de local solo pudo conseguir uno, donde la meta, al jugarse tres fechas de eliminatoria, era conseguir 7 puntos, donde apenas tenemos 4. Si los directivos quieren cambiar de técnico, tienen que hacerlo desde ahora y no faltando un mes para el próximo partido. Hay que construir un proceso y hacerlo crecer. Nadie dijo que llegar a un Mundial era fácil. Tenemos con qué y eso es lo importante.

Junior Vega Llinás
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