Un notable Madrid
hunde más al submarino
Fueron
alrededor de 15 minutos. Frenetismo total. Podría decirse que el vértigo estaba
presente también. Desde que el árbitro decretó el inicio del partido, el Real
Madrid se lanzó hacia el área de su oponente, lo ahogó, de tal manera que se
empezaba a acercar pronto, de forma peligrosa, al arco defendido por Diego
López. Tras un tiro libre ejecutado por Xabi Alonso a modo de centro, Sergio
Ramos de cabeza anotaba el primer gol de la noche, habían pasado no más 120
segundos, un momento, el árbitro asistente levantaba su bandera. Tanto anulado.
El Villarreal respiraba un poco. No por mucho: 3 minutos después los locales ya
estaban celebrando su primer gol. Al 10, el marcador era de 2-0.
La
primera anotación llegó tras un pase largo de Ángel Di María que recibió Karim
Benzema; el francés en el mano a mano con López venció al guardavalla
visitante. De nuevo Di María actuaba como asistente, viene siendo en los
últimos partidos el mejor guía para llevar a sus compañeros a su encuentro con
el gol. El beneficiado era Kaká, quien culminaba una buena jugada colectiva con
un zurdazo que solo fue detenido por las redes que vibraban simultáneamente con
el público presente en el Bernabéu, satisfecho por el rendimiento de su equipo.
No
era para menos. En 15 minutos el Madrid ganaba 2-0, exhibía un potencial de
juego notable, disminuyendo la resistencia de un submarino amarillo cada vez
más hundido en sus dudas, fruto de un inicio de campaña malo, que tiene en duda
la continuidad de Juan Carlos Garrido como Director Técnico de los
castellonenses. Los merengues además de dos goles contaban otras 3 opciones
claras de anotar.
Se
podría hablar de una victoria escandalosa si los locales hubiesen continuado
con un ritmo endemoniado que de a poco fue controlado, dando paso a una estrategia
marcada por la posesión del balón, con el fin de administrar una renta que en
cualquier momento podría aumentar, dadas las limitantes de un Villarreal poco
profundo en ataque y confuso en defensa.
Los
amarillos, no obstante, en algunos momentos se decidían a incursionar en
ataque, aunque faltaba esa especie de chispa que no más hace una temporada
atrás hacia a los hombres de Garrido un equipo temible. Iker Casillas no pasaba
apuros, y en general la defensa del Madrid no se tuvo que emplear a fondo para
detener una amenaza que no existía (situación por la que es innecesario
mencionar o hacer uso del vocablo “amenaza”).
Siendo
el fútbol un deporte que se caracteriza por su demencia y porque hace falta
casi siempre esperar hasta que el juez central decrete el fin de un compromiso
para conocer su resultado, se podría considerar poco común el hecho de que un
partido a los 30 minutos se considere prácticamente muerto, o lo que sería
igual, predecible en cuanto a lo que se refiere su marcador definitivo. Esta
situación fue la que se vivió en el Real Madrid vs Villareal correspondiente a
la décima jornada de la Liga BBVA en su versión 2011/2012.
Fue
pues a la media hora, cuando los blancos sentenciaron, casi, el compromiso con
su tercer y último gol de la noche. Fue en una contra ejecutada de forma
correcta, por ende letal. El golpe lo dio Ángel Di María, ahora asistido por
Benzema. Tenía así el argentino, premio a un desempeño sobresaliente a lo largo
de los últimos partidos. El Madrid, recogía los réditos en general de un primer
tiempo en el que se conjugó una tendencia que viene marcando el devenir
merengue: un juego de equipo, con base a un bloque consolidado por 11 jugadores
que se encuentran en un buen momento futbolístico.
Es
poco lo que se puede reseñar de la segunda mitad. El Villarreal tuvo un poco
más el esférico con respecto a su posesión a lo largo de la primera mitad,
aunque los de Garrido no representaron peligro para el Madrid. Los de José
Mourinho estuvieron cerca del gol en una ocasión. El disparo de Ángel Di María
al minuto 58 pasaba por arriba, cerca del arco defendido por un Diego López que
mucho no fue empleado por un equipo local más dedicado a hacer posesión del
balón que a atacar de forma certera y decidida a su rival.
Consolidaba
así el Madrid, una victoria firmada desde el minuto 30 y confirmada por el
árbitro cuando este con su silbato señaló el final del partido. Continúan de
tal forma los madridistas como los segundos clasificados en la Liga, con un
punto detrás del Levante, actual líder, que aún no quiere despertar de su
sueño. Por lo pronto, los merengues han de pensar pronto en su próximo
compromiso, que será el sábado 29 de octubre ante la Real Sociedad en San
Sebastián.
@JFMM1992
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