¿HASTA
CUANDO?
Hoy
es de esos días en que me hago esta pregunta como por millonésima vez: ¿Hasta cuándo?
¿Hasta
cuándo seguirá la intolerancia y las conductas antideportivas por parte de los
hinchas? Un tema de nunca acabar, pero seguimos siendo presos una y otra vez del
mismo juego.
Despertando
en la mañana con la noticia del nuevo Campeón de la Copa Colombia, pero adjunto
a esto las noticias tristes que nunca faltaran: las noticias de riñas, de
heridos, de disturbios en la calle y de las pérdidas económicas y hasta muchas
veces humanas que dejan este tipo de eventos.
Nunca
he estado de acuerdo con la ley del “Todo vale” porque por más amor que tengamos hacia una camiseta,
existe el amor por nosotros mismos, ese amor por la vida, que no se compra a la
vuelta de un estadio de re-venta, que no se compra con vítores ni vuvuzelas
cada fin de semana en medio de un partido. Hasta cuando toleraremos tanta
indiferencia y hasta cuando soportaremos que este tipo de celebraciones
inadecuadas nos afecten.
Además
del hasta cuándo, podría decir también ¿hasta dónde? nos llevara nuestra mal
llamada “pasión” por nuestros equipos, ¿a tolerar cualquier conducta solo
porque es el equipo de nuestros amores? ¿A exterminar a nuestro adversario solo
por no tener la misma manera de pensar que la nuestra?
Porque
no celebramos en paz, con la cara pintada no solo de colores, sino pintada de alegría
y satisfacción profunda, porque no convertimos el logro de nuestros equipos en
una motivación para ser diferentes día a día, aprendiendo así de los errores y
también de las glorias, porque no amamos nuestra ciudad y dejamos la
indiferencia.
Las
fiestas más hermosas y las celebraciones más perfectas se logran a punta de
buenas cosas, de compartir con otros, de celebrar los triunfos de nuestro
equipo sin recurrir a atacar al contrario para sentirnos más grandes o más
fuertes, el ganador final siempre debería ser el JUEGO LIMPIO y la cara de
satisfacción de los hinchas al final de cada fecha.
Por
eso siempre defenderé la idea de goles en paz, sin importar el color, ni la
camiseta, sin importar aún si el equipo de mis amores gano o perdió, siempre
defenderé por encima de todo la integridad humana y los buenos principios en
los que todos deberíamos recapacitar. Seamos buenos hinchas, buenos fanáticos,
amemos el futbol, pero sobre todo amemos la vida.
@IKERFOREVER
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