Gracias Lio
Messi… el camino de una leyenda
Junio de
1986, los ojos del orbe estaban puestos sobre México celebrando la XIII de la
Copa del Mundo. Una Mundial memorable en todos los aspectos para la selección
de la Argentina. La gran figura de esa selección: Diego Armando Maradona. El
Diego se robó el show, dando una magnífica cátedra de fútbol durante todo el
evento. Un 22 de junio en la cancha del Estadio Azteca, el 10 de la albiceleste
paso a la historia anotando el mejor gol del siglo y un gol con la mano, mejor
conocido como la “Mano de Dios”. Y culminó su obra el 29 de junio en el mismo
escenario levantando la Copa. Desde ese momento Maradona fue profeta en su
tierra al grado de una deidad y se comenzaba a formar la leyenda del mejor
jugador de todos los tiempos.
Pocos
imaginaban que un año después de la consagración del fútbol argentino, en la
provincia de Rosario Santa Fe, vería la primera luz Lionel Andrés Messi. Quien
es llamado a ser el sucesor natural de Diego Armando Maradona, no sólo por la
nacionalidad, sino por sus similitudes futbolísticas.
Lionel
Messi dio sus primeros pasos en Grandoli, un club de
barrio a pocas manzanas de su casa, al sur de la ciudad argentina de Rosario.
El club era dirigido por su padre, Jorge. En 1995, Messi comenzó a entrenarse
en las divisiones inferiores de Newell's
Old Boys, club con el que obtuvo la Copa de la
Amistad de Perú en 1997.
Corría
el año 2000 y por esos años, el Barcelona vivió una de las épocas más
complicadas de su historia. El presidente en turno, Joan Gaspart hundió a la
entidad en una crisis deportiva, económica y social. Gaspart asumió la
presidencia en julio de 2000. Tres meses después, sin saberlo, su director
deportivo, Carles Rexach, realizó la operación más importante en la era moderna
del club blaugrana: fichó a aquel muchachito rosarino con tal solo 13 años que
sabía jugar muy bien al fútbol, pero que tenía un déficit de la hormona del
crecimiento.
Jorge
Messi, padre de Lionel, había gastado casi todos sus recursos en Argentina para
tratar la enfermedad de su hijo, y partió a España con la esperanza a conseguir
trabajo y seguir pagando el tratamiento a Lio y darle cauce a las habilidades
que Messi había mostrado en los potreros en Argentina.
En
Barcelona, debido al problema hormonal de Messi, había rechazo a abrirle las
puertas de la Masia, pero era tal la insistencia y presión de su padre Jorge,
que se firmó un precontrato que carecía de formalidad pero tenía un gran valor
en el fondo. El precontrato fue firmado en una servilleta, y así comenzaron a
enlazarse las historias del Barca y Lio.
Meses
después, mientras Messi entrenaba en la cantera culé y resistía el dolor de las
inyecciones de la hormona que le faltaban para cumplir con el tratamiento, el
Barcelona vivía a las sombra de su acérrimo rival, el galáctico Madrid de
Florentino Pérez, que conseguía títulos tras títulos en España y Europa. Entretanto
el salvador del barcelonismo se desarrollaba en la Masia, hasta su debut el 16
de noviembre de 2004. A partir de ese momento, la historia del Barcelona cambió
radicalmente. Esa campaña el Barcelona conquistó su título 17 de liguero y
Lionel ya podía presumir un campeonato español a los 18 años.
Llegó
el verano de 2005 y con ello una nueva participación argentina en el mundial
sub-20. Lionel Messi llegaba a Holanda con la reciente conquista de la Liga
española. Lio comenzó a figurar en el certamen y guió a la albiceleste al
título mundial. A partir de ese momento las comparaciones con Maradona no se
hicieron esperar y Messi empezó a figurar a nivel mundial.
Para
la temporada 2005-2006 Lio tuvo mayor regularidad con el Barcelona, y
mostrándole al mundo las capacidades técnicas y futbolísticas que tenía. Pero
como todo jugador desequilibrante las agresiones al argentino comenzaron a
mermarlo físicamente, desencadenando una lesión al final de la temporada. A
pesar de todo, eso no evitó que el Barcelona conquistara el bicampeonato
español y su segunda Champions League.
La
temporada de 2006-2007 fue el de la consolidación, la “Pulga” se hizo de la
titularidad en el cuadro blaugrana. Ese año, Messi emuló contra el Getafe en la
Copa del Rey aquel gol de Maradona ante los ingleses en el Mundial. Recorrió la
misma distancia, dribló la misma cantidad de rivales y las comparaciones con el
“Diego” ya eran inminentes. Para dejar en claro las similitudes con la leyenda
argentina, Lio también consiguió una anotación con la mano, lo cual dejo en
clara evidencia que iba en camino a ser el nuevo ídolo de la albiceleste.
A pesar
de la clase mostrada por el argentino, el Barcelona perdió el título en la
última jornada, título que se llevó el Real Madrid. El año siguiente no fue
mejor para el conjunto catalán. Quedo en el 3° lugar pero Messi fue de los más
destacado del club, tomo las riendas ante la baja de juego de Ronaldinho.
Para
2009 llegó al banquillo Joseph Guardiola y las cosas serían otras para el club
y el astro blaugrana. Con el 10 en la espalda Messi se convirtió en la figura
del equipo, ganando el triplete (La Liga, La Copa y la Champions League).
Desde
el momento que la “Pulga” debuto con el primer club, ha incrementado la
grandeza del Barcelona con 17 títulos a sus vitrinas. Messi no sólo se dedicó a
crear juego, desequilibrar, y a profundizar; se le conoció una faceta nueva
como goleador, que lo llevaron a ganar un pichichi en 2010 con 34 goles y ha
sido tricampeón de goleo del máximo torneo a nivel de clubes (Champions
League). Esta faceta ha repercutido que ya sea el 2° goleador en la historia
del conjunto azulgrana empatando al otrora mítico Kubala con 194 goles y en
camino de superar al máximo romperredes blaugrana Cesar Rodríguez.
Además
ya tiene dos Balones de Oro (2009 y 2010) que lo acreditan como el mejor
jugador del mundo y a la Masía como la mejor escuela de futbolistas. Lio Messi ha llevado al Barcelona a ser el
mejor club del mundo y quizá de la historia. Sus capacidades son impresionantes
y cuando pensamos que ya llego a su límite, sigue sorprendiendo al mundo con
esa extraordinaria técnica y regate en corto. Todo esto lo ha conseguido con
tal solo 24 años de edad y con un camino prolífico muy largo por delante.
Por
eso, gracias Lio… gracias por maravillarnos con tu juego, por manifestar que el
fútbol también puede ser un arte, por demostrar porque el fútbol es el deporte
más hermoso del mundo.
Alan
Ochoa
@Mike8a_17
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