lunes, 3 de octubre de 2011

Gracias Lio Messi… el camino de una leyenda por @Mike8a_17



Gracias Lio Messi… el camino de una leyenda


Junio de 1986, los ojos del orbe estaban puestos sobre México celebrando la XIII de la Copa del Mundo. Una Mundial memorable en todos los aspectos para la selección de la Argentina. La gran figura de esa selección: Diego Armando Maradona. El Diego se robó el show, dando una magnífica cátedra de fútbol durante todo el evento. Un 22 de junio en la cancha del Estadio Azteca, el 10 de la albiceleste paso a la historia anotando el mejor gol del siglo y un gol con la mano, mejor conocido como la “Mano de Dios”. Y culminó su obra el 29 de junio en el mismo escenario levantando la Copa. Desde ese momento Maradona fue profeta en su tierra al grado de una deidad y se comenzaba a formar la leyenda del mejor jugador de todos los tiempos.

Pocos imaginaban que un año después de la consagración del fútbol argentino, en la provincia de Rosario Santa Fe, vería la primera luz Lionel Andrés Messi. Quien es llamado a ser el sucesor natural de Diego Armando Maradona, no sólo por la nacionalidad, sino por sus similitudes futbolísticas.

Lionel Messi dio sus primeros pasos en Grandoli, un club de barrio a pocas manzanas de su casa, al sur de la ciudad argentina de Rosario. El club era dirigido por su padre, Jorge. En 1995, Messi comenzó a entrenarse en las divisiones inferiores de Newell's Old Boys, club con el que obtuvo la Copa de la Amistad de Perú en 1997.


Corría el año 2000 y por esos años, el Barcelona vivió una de las épocas más complicadas de su historia. El presidente en turno, Joan Gaspart hundió a la entidad en una crisis deportiva, económica y social. Gaspart asumió la presidencia en julio de 2000. Tres meses después, sin saberlo, su director deportivo, Carles Rexach, realizó la operación más importante en la era moderna del club blaugrana: fichó a aquel muchachito rosarino con tal solo 13 años que sabía jugar muy bien al fútbol, pero que tenía un déficit de la hormona del crecimiento.

Jorge Messi, padre de Lionel, había gastado casi todos sus recursos en Argentina para tratar la enfermedad de su hijo, y partió a España con la esperanza a conseguir trabajo y seguir pagando el tratamiento a Lio y darle cauce a las habilidades que Messi había mostrado en los potreros en Argentina.
En Barcelona, debido al problema hormonal de Messi, había rechazo a abrirle las puertas de la Masia, pero era tal la insistencia y presión de su padre Jorge, que se firmó un precontrato que carecía de formalidad pero tenía un gran valor en el fondo. El precontrato fue firmado en una servilleta, y así comenzaron a enlazarse las historias del Barca y Lio.

Meses después, mientras Messi entrenaba en la cantera culé y resistía el dolor de las inyecciones de la hormona que le faltaban para cumplir con el tratamiento, el Barcelona vivía a las sombra de su acérrimo rival, el galáctico Madrid de Florentino Pérez, que conseguía títulos tras títulos en España y Europa. Entretanto el salvador del barcelonismo se desarrollaba en la Masia, hasta su debut el 16 de noviembre de 2004. A partir de ese momento, la historia del Barcelona cambió radicalmente. Esa campaña el Barcelona conquistó su título 17 de liguero y Lionel ya podía presumir un campeonato español a los 18 años.


Llegó el verano de 2005 y con ello una nueva participación argentina en el mundial sub-20. Lionel Messi llegaba a Holanda con la reciente conquista de la Liga española. Lio comenzó a figurar en el certamen y guió a la albiceleste al título mundial. A partir de ese momento las comparaciones con Maradona no se hicieron esperar y Messi empezó a figurar a nivel mundial.

Para la temporada 2005-2006 Lio tuvo mayor regularidad con el Barcelona, y mostrándole al mundo las capacidades técnicas y futbolísticas que tenía. Pero como todo jugador desequilibrante las agresiones al argentino comenzaron a mermarlo físicamente, desencadenando una lesión al final de la temporada. A pesar de todo, eso no evitó que el Barcelona conquistara el bicampeonato español y su segunda Champions League.

La temporada de 2006-2007 fue el de la consolidación, la “Pulga” se hizo de la titularidad en el cuadro blaugrana. Ese año, Messi emuló contra el Getafe en la Copa del Rey aquel gol de Maradona ante los ingleses en el Mundial. Recorrió la misma distancia, dribló la misma cantidad de rivales y las comparaciones con el “Diego” ya eran inminentes. Para dejar en claro las similitudes con la leyenda argentina, Lio también consiguió una anotación con la mano, lo cual dejo en clara evidencia que iba en camino a ser el nuevo ídolo de la albiceleste.

A pesar de la clase mostrada por el argentino, el Barcelona perdió el título en la última jornada, título que se llevó el Real Madrid. El año siguiente no fue mejor para el conjunto catalán. Quedo en el 3° lugar pero Messi fue de los más destacado del club, tomo las riendas ante la baja de juego de Ronaldinho.

Para 2009 llegó al banquillo Joseph Guardiola y las cosas serían otras para el club y el astro blaugrana. Con el 10 en la espalda Messi se convirtió en la figura del equipo, ganando el triplete (La Liga, La Copa y la Champions League).


Desde el momento que la “Pulga” debuto con el primer club, ha incrementado la grandeza del Barcelona con 17 títulos a sus vitrinas. Messi no sólo se dedicó a crear juego, desequilibrar, y a profundizar; se le conoció una faceta nueva como goleador, que lo llevaron a ganar un pichichi en 2010 con 34 goles y ha sido tricampeón de goleo del máximo torneo a nivel de clubes (Champions League). Esta faceta ha repercutido que ya sea el 2° goleador en la historia del conjunto azulgrana empatando al otrora mítico Kubala con 194 goles y en camino de superar al máximo romperredes blaugrana Cesar Rodríguez.

Además ya tiene dos Balones de Oro (2009 y 2010) que lo acreditan como el mejor jugador del mundo y a la Masía como la mejor escuela de futbolistas.  Lio Messi ha llevado al Barcelona a ser el mejor club del mundo y quizá de la historia. Sus capacidades son impresionantes y cuando pensamos que ya llego a su límite, sigue sorprendiendo al mundo con esa extraordinaria técnica y regate en corto. Todo esto lo ha conseguido con tal solo 24 años de edad y con un camino prolífico muy largo por delante.

Por eso, gracias Lio… gracias por maravillarnos con tu juego, por manifestar que el fútbol también puede ser un arte, por demostrar porque el fútbol es el deporte más hermoso del mundo.

Alan Ochoa
@Mike8a_17

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