Cómo “aterrizar”
a un futbolista colombiano.
En el maravilloso
mundo del futbol hemos encontrado cantidades de estrellas: Pelé, Maradona,
Garrincha, Baggio, Zidane, Henry, Ronaldinho, CR7, Messi, y Neymar por nombras
algunos. Cómo pudieron observar, no he citado ninguno del balompié colombiano
pero, para una muestra de que si tenemos están: Higuita, Rincón, Tren Valencia,
Valderrama, Córdoba, Calero, Asprilla, Ángel y muchos más. Porqué lo hago por separado
se preguntarán algunos, pues bien, a continuación les doy mis razones.
La idiosincrasia
con la que llegan muchos jugadores (No todos) del futbol colombiano al exterior
es absoluta. Sus ganas de “Salir adelante” es lo que los impulsa, pero ¿A qué? A
lucir un auto último modelo y en éste, unos rines de última generación y ¿por qué
no un audio extravagante? ¿A vestir a la moda? ¿A lucir por todo su cuerpo
adornos como tatuajes, aretes, cadenas y demás artilugios que sobran al final? ¿Ganas de una casa en la
mejor zona residencial o la más cara de la ciudad? No digo que esto sea malo ó
¿Quién no quisiera tener algo de lo ya mencionado? No, lo malo es, que el
jugador colombiano (la mayoría) toma lujos por necesidad y lo prioritario queda
a un lado. No se les ha enseñado a adquirir experiencias sino a gastar en artículos.
No son educados a comprar lo necesario sino en gastar en lo innecesario. No son
instruidos hacia la riqueza mental y espiritual, solo a la material. Y es por
esto queridos lectores que, muchos pierden su rumbo de querer jugar en un mejor
club fuera de su país, no solo para ser mejores si no simplemente para tener
MÁS.
Para citar algunos
ejemplos, basta con ver las entrevistas de los jugadores con sendas cadenas de
oro, aretes de X cantidad de kilates y diamantes en sus relojes. O su coche
último modelo; o simplemente, jugando en un club del medio o lejano oriente,
donde ni por TV podemos ver sus partidos y jugadas, como dije anteriormente,
solo por recibir más dinero.
¿Recuerdan el caso
del Faustino “Tino” Asprilla? Qué jugador tenía Colombia. Ágil, eficiente,
inteligente y con gol. Pudo ser el mejor del mundo para su época, pero su
obsesión con los lujos, mujeres y caballos, lo desviaron de su buen rumbo.
Otro ejemplo para
recordar, es el de nuestro amigo Hugo Rodallega. Goleador en el Mundial Sub 20
celebrado en Colombia en el año 2005. Hugo llego a decir “Soy mejor que Messi”
y todos apoyamos con arengas dicha frase salida muy, pero muy adentro de su
corazón. Los resultados de ambos, hablan por si solos.
O que dicen cuando
Pelé, considerado por muchos el mejor jugador del mundo, dijo: “Veo a Colombia
como campeón del Mundo para éste Mundial (USA 94)” y nosotros nos la creímos
toda! ¿Recuerdan lo que pasó? Cierto, no superamos ni la primera ronda y
además, perdimos un gran valuarte como lo fue Andrés Escobar.
Y ahora, el más reciente, es el de nuestro
gran goleador Radamel Falcao, El Tigre. Pues bien, por un exitoso paso por
Argentina y el más reciente en el futbol de Portugal, Falcao llegó a la liga de
las Estrellas. Otro nivel. Y a un equipo de media tabla. Trabajo duro para él.
Pues se puso la camiseta, salió al terreno de juego en dos ocasiones y marcó 5
goles. Fantástico. En buena hora se oyó en las radios españolas. Y no solo eso,
también dijeron radio, prensa y TV que “Falcao puede ser igual o mejor que
Messi y Cristiano Ronaldo” ¿Qué?
De inmediato
llegaron a mi los ejemplos que arriba leyeron y vino a mi la letra de esa
estupenda canción de la gran banda Queen “Another one bites the dust” Si
señores, otro más que muerde el polvo. Pues se enfrentaron muy rápido Leonel
Messi, el mejor jugador del mundo y Radamel Falcao y el equipo “culé” le dio
una manita al Aleti, Messi se llevo la bolita
a casa (Hat Trick) y Radamel no vio media. Y se le vino el mundo encima.
Los titulares decían “Que Falcao juegue lo que costó”, “Que sude la camiseta”,
“Falcao no se ha visto en el terreno” y muchos más. No solo en España, en
Colombia, muchos lo despedazaron.
Pues bien, en
síntesis, al jugador colombiano se le aterriza, cuando lo suben, cuando lo
ponen en ese magnífico Número 1 del podio; cuando lo elevan a la máxima
potencia. Así que ¡Ojo! Ojo a los comentarios (no sabría si son mal o bien
intencionados), cuando le echan flores a uno de los nuestros en el exterior,
éstos pueden fácilmente inflar su ego, y subir como una bomba que se le ha
llenado con helio y llegar tan arriba, tan arriba que, al tocar el sol,
estallan y caen sin compasión.
OSCAR CORREDOR
@Kurkis81
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